EL COLECTIVO DE TRABAJADORAS/ES SOCIALES RECLAMAN QUE SE LES VACUNEN CONTRA LA COVID-19

El colectivo de trabajadoras/es sociales atiende a población con alta vunerabilidad social desde distintos dispositivos de servicios sociales:
Servicios Sociales de Atención Social Básica
Servicios de atención en el domicilio y respiro familiar.
Servicios de atención diurna y nocturna para mayores, discapacitados y personas sin hogar.
Centros y recursos de dependencia
Centros para la atención a victimas de violencia de género.
Puntos de encuentro familiar, y programas atención socioeducativa de menores.
Intervención y protección de menores.
Acogimiento residencial, atención temprana o Atención residencial.
Alojamientos de urgencia de prevención e inclusión social o protección jurídica.

Este colectivo profesional reclama a Salud pública de Extremadura incluya en la priorización del proceso de vacunación el enfoque social de las vulnerabilidades y desigualdades sociales de la ciudadanía.

Las y los trabajadoras/es sociales trabajan con personas y familias expuestas a un mayor riesgo epidemiológico por una mayor exposición a la infección, retraso en el diagnóstico e identificación de contactos o mayor dificultad para seguir las medidas de aislamiento o cuarentena

Nos encontramos con una ciudadanía que precisa de una atención social ineludible e inaplazable, las y los trabajadoras/es sociales visitan a personas mayores, discapacitadas y grandes dependientes en sus domicilios o instituciones, personas que pueden contar con al menos una dosis de la vacunas inyectadas y que corren el riesgo de ser visitados por un/a Trabajador/a Social no vacunado.
El Trabajo Social es una Profesión reconocida como esencial, pero a pesar de que el Ministerio de Sanidad reconoce la vulnerabilidad y las desigualdades sociales como un riesgo epidemiólogico para la evolución de la Covid-19 en su informe no contempla en la estrategia de vacunación la perspectiva social.

El Colegio Oficial de Trabajo Social señala a a Salud pública la necesidad de planificar en la estrategia de vacunación no sólo bajo parámetros sanitarios, sino incluir el enfoque social y reclama por tanto que el Trabajo Social es una profesión esencial que debe ser incluida como prioritaria en el proceso de vacunación.