Los servicios sociales sufren falta de recursos, aumento constante de las necesidades y precariedad laboral de sus profesionales

Estamos viviendo una época nefasta”. Así describe la situación actual de los servicios sociales de base la secretaria general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO de Extremadura, Marisol Salazar.

La presión y la movilización han conseguido que no se disminuya el estos años el número de profesionales dedicados a los servicios sociales, pero la población atendida se ha multiplicado por tres mientras que los recursos a los que derivar a las personas necesitadas han caído en picado.

A esto hay que sumar la precariedad laboral que sufre el conjunto de trabajadores y trabajadoras sociales, con contratos inestables y que están a la espera de saber si el próximo año las competencias de prestación de los servicios sociales de base se mantienen en los ayuntamientos o pasan a la administración autonómica.

“Los trabajadores de los servicios sociales son la primera puerta de entrada de atención a personas que están en una situación insostenible y se encuentran que en muchas ocasiones lo único que pueden hacer es escuchar a estas personas porque no tienen recursos a los que derivarles para ofrecerles una ayuda”, describe Salazar.

En la apertura de estas jornadas, el secretario general de CCOO de Extremadura, Julián Carretero, recordaba que el Gobierno extremeño había anunciado una ley de servicios sociales y que va a concluir la legislatura sin que se sepa nada de ella.

Criticó la política social del Ejecutivo regional que está “transvasando” a las organizaciones no gubernamentales lo que es el objeto de ser de los servicios sociales.

“Quién está resolviendo los problemas de pobreza infantil y de atención a las personas con exclusión social son los bancos de alimentos, Caritas, Cruz roja y otras organizaciones no gubernamentales, porque Monago está haciendo una dejación absoluta de sus competencias, se quita un problema de en medio, convierte un derecho en caridad y abre la puerta a la privatización de los servicios sociales”, sentenció.

Entre las personalidades del trabajo social y comunitario que han intervenido en estas jornadas están Héctor Maravall, abogado laboralista de CCOO y experto en políticas sociales; Marco Marchioni, trabajador social y promotor de movimientos comunitarios; María Jesús Breznes, una referencia en el Trabajo Social en Dependencia y en el ámbito rural; y Ana Lima, presidenta del Consejo General de Trabajo Social.

Los trabajadores y trabajadoras sociales son profesionales con un gran compromiso, con unos valores muy sólidos sobre la solidaridad y la protección social pública y que en estos tiempos están dando la cara por unos servicios y prestaciones que no llegan a resolver los problemas de la gente.

En ese sentido es fundamental hacer un llamamiento a la necesidad de mantener y reforzar el sistema público de protección social frente a la ideología y política imperante que pretende desmontarlo y tender hacia la privatización de servicios.