22 de Julio: Día Europeo de las víctimas de los delitos de odio
El 22 de julio se celebra el Día Europeo en Memoria de las Víctimas de los Delitos de Odio, una fecha instaurada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en 2014, a raíz de una iniciativa del Movimiento contra la Intolerancia, en homenaje a las víctimas de la masacre ocurrida en Oslo y Utoya, Noruega, en 2011.
Esta fecha reivindicativa llega unos días después de conocerse los resultados del Informe sobre la evolución de los delitos e incidentes de odio en España 2024, dónde se pone de manifiesto que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron el año pasado un total de 1.955 infracciones penales e incidentes de odio en nuestro país.
Según los últimos datos recogidos, los delitos de odio motivados por racismo y xenofobia continúan siendo los más frecuentes, con un total de 804 casos registrados, pese a haber experimentado un descenso del 6 % en comparación con el año anterior. En segundo lugar se encuentran los delitos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, que suman 528 casos. Les siguen los delitos de odio por razón de sexo o género, con 181 hechos contabilizados.
Como elemento destacable, este Informe incorpora por primera vez datos específicos sobre delitos de odio por islamofobia, con un total de 13 casos registrados, atendiendo a las recomendaciones de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA).
Desde el enfoque universal de los Derechos Humanos y de la Infancia, y desde la dignidad de cada ser humano, los delitos de odio abarcan cualquier acción criminal motivada por la intolerancia hacia la diversidad. Abordan ideologías extremistas, racismo, islamofobia, antisemitismo, sexismo, edadismo,.. y todas aquellas formas de discriminación por origen, condición física, salud mental o creencias. Es importante remarcar que estas agresiones no sólo dañan a las víctimas, sino que también atentan contra estos Derechos Humanos y quebrantan a la ciudadanía.
Paralelamente al aumento de estos delitos de odio, asistimos a un crecimiento preocupante de discursos y narrativas discriminatorias en nuestras sociedades, impulsados por prejuicios, falsos mitos y estereotipos arraigados. Muchos de estos mensajes se fundamentan en procesos de desinformación y en la proliferación de fake news (noticias falsas), que se encuentran y difunden a través de diversas redes sociales y de plataformas digitales, siendo éstos un medio para su difusión masiva. Llegando a ser, en ocasiones, espacios dónde se multiplica el discurso de odio y se refuerzan actitudes fanáticas y excluyentes que arriesgan la cohesión social.
Desde el Consejo General de Trabajo Social denunciamos los discursos que vulneran la dignidad humana y generan un profundo impacto, especialmente en quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. Reclamamos un compromiso firme, tanto institucional como social, para combatir la desinformación, promover una comunicación responsable y asegurar espacios seguros y respetuosos para toda la ciudadanía, con independencia de su origen, identidad o condición.
De igual modo, reclamamos también que se realice una protección integral y efectiva a todas las víctimas, así como también que se desarrollen herramientas eficaces que permitan desmontar prejuicios y estereotipos, combatir los bulos y fake news, frenar la propagación de discursos de odio y la desinformación. Sólo de esta manera podremos construir una base sólida de conocimiento y conciencia colectiva sobre la realidad de la diversidad humana.
Es necesario que este compromiso vaya acompañado de políticas públicas y marcos legales que garanticen la protección frente a cualquier forma de discriminación. Desde el Consejo General de Trabajo Social, reiteramos nuestra apuesta por una sociedad que promueva el respeto, la equidad, la tolerancia, la paz y la convivencia, la justicia social y los derechos humanos y de la infancia, como pilares fundamentales.
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