ENTREVISTA AL TRABAJADOR SOCIAL MIGUEL ROMILLO DE BIDESARI
MIGUEL ROMILLO TRABAJADOR SOCIAL DE BIDESARI
“Hay que buscarles espacios más positivos y normalizados”
El trabajador social Miguel Romillo explica el proceso de reinserción de los presos desde que están en la cárcel hasta que logran hacerse un hueco en la sociedad.
BILBAO – ¿En qué consisten los programas de reinserción de Bidesari?
-Intervenimos en los centros penitenciarios de Basauri y Zaballa-Araba, y tenemos tres pisos, uno de alta intensidad y otros dos de reinserción. Dentro de los grupos se atiende a dos colectivos: personas que tienen problemas con el uso de sustancias y personas inmigrantes sin el añadido del problema de drogodependencia. Normalmente la media suele estar entre diez y catorce personas por grupos.
¿Cuántas personas atienden en los pisos?
-Los pisos tienen capacidad para seis personas. Son estancias que van desde los nueve meses hasta el año y medio. Depende de las dificultades y los problemas que puedan tener, se trata de que salgan en las mejores condiciones posibles. No se trata de estar trabajando con una persona y luego dejarla otra vez en el disparadero. El piso de acogida es de estancias más cortas, es una primera etapa después de prisión, antes de dar el paso a comunidad terapéutica o bien al piso de reinserción. El itinerario es distinto en cada caso.
¿Cómo es el trabajo con los grupos en las prisiones?
-Los programas destinados a personas inmigrantes se basan en el acompañamiento de la persona dentro de prisión. El desconocimiento que tienen del tejido asociativo es cero, muchas veces están solas, la red social y familiar o es carente porque está en país de origen o no es positiva. En el 90% de los casos que atendemos, el delito que han cometido es contra la salud pública, menudeo, hurto, asociados al estilo de vida que llevaban, a un círculo no muy positivo. Hay que preparar a la persona para la salida, qué le va esperar, trabajar las potencialidades que tiene y ordenar un poquito todos los aspectos de su vida personal para afrontar lo que viene fuera. En los otros grupos se trabaja el tema del consumo, se hace un trabajo grupal y un trabajo individual con entrevistas por parte de un jurista y una psicóloga.
¿Cuándo debe empezar el proceso de reinserción?
-Viene marcado en función de la condena, tiene que haber cumplido un cuarto de ella y luego depende de la junta de tratamiento.
¿Por qué es importante trabajar en la reinserción desde prisión?
-Hay personas que han estado mucho tiempo presas y hay que preparar la salida. Cuando entraron en prisión la sociedad era una y cuando salen es otra. Y son personas que por el estilo de vida que llevaban, no han desarrollado ciertas capacidades y hay que empezar a trabajarlas desde dentro. Es importante que asuman el delito, ver qué les ha llevado a delinquir. Cuando salen fuera, seguimos trabajando sobre la vida cotidiana en nuestros pisos, en la ocupación del tiempo, con quién me relaciono, con quién no, prevención de recaídas en el caso de las personas con temas de drogas; con las personas inmigrantes, dónde voy, dónde no voy, dónde busco empleo, decir que no a las amistades de toda la vida con las que has estado trapicheando. En definitiva, tratar de buscarles unos espacios más positivos y normalizados.
¿Cuáles son las principales trabas que se encuentran al salir?
-Vivienda y trabajo. Muchos tienen muy poca vida laboral, muy poca formación. Si la vida laboral hoy en día está complicada, si encima tu mochila la tienes cargada con pocos recursos, es un poco más complicado. En Bidesari trabajamos también en la etapa posterior a la reinserción, haciendo un acompañamiento formativo y laboral.
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