El 19 de marzo celebramos el Día Mundial del Trabajo Social con el lema: “Buen Vivir: Futuro compartido para un cambio transformador”

Nuestro mundo enfrenta crisis multifacéticas, que van desde conflictos violentos, degradación ambiental, pobreza persistente y disparidades políticas, que implican desafíos y aspiraciones contemporáneas en la intervención de las trabajadoras sociales. Un elemento central de este cambio transformador es el principio del “Buen Vivir”, que enfatiza que el verdadero bienestar se puede lograr cuando las comunidades viven en armonía con la naturaleza, esforzándose colectivamente por lograr un desarrollo equilibrado. Esta filosofía indígena subraya la importancia de la interconectividad, la reciprocidad, la correspondencia y la complementariedad en las relaciones humanas y nuestro vínculo con la naturaleza. Nuestro objetivo es defender este principio, fomentando un mundo ecosocial que se nutre de la inclusión, el respeto, el entendimiento mutuo y la defensa de los derechos humanos.