¿Tenemos claro que en nuestro entorno hemos superado las barreras y desbloqueado las oportunidades para lograr la justicia social?

Castelló, 20/02/2023.- Con el lema para este año 2023 ‘Superar barreras y desbloquear oportunidades para la justicia social’ celebramos el Día Mundial de la Justicia Social, que tiene
lugar desde el 2008 por resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas del 26 de noviembre de 2007, a propuesta de la Organización Internacional del Trabajo, y pone en
el centro de la Justicia Social el acceso y mantenimiento de un trabajo decente como medio de acceso al bienestar social y la justicia social para todas las personas.

“Soy una mujer mayor de 45 años con dos hijas adolescentes en edad escolar, mi marido cobra una pensión de invalidez por enfermedad común que requiere de una atención continuada, con nosotros vive su madre en situación de dependencia severa que cobra una pensión de viudedad. Yo trabajaba en un supermercado, me despidieron hace seis meses por mi dificultad para conciliar mi vida personal y laboral y no he encontrado empleo desde entonces. Vivimos en un piso en régimen de alquiler, tengo una deuda importante y no he podido ponerme al día en los pagos, mi unidad familiar entre pensiones y paro supera los umbrales establecidos para evitar el desahucio por vulnerabilidad, y me encuentro que el juez ha decretado el lanzamiento de mi familia a la calle por desahucio. ¿Qué puedo hacer?”.

Y yo me pregunto ¿esto es justicia social? ¿Tenemos claro que en nuestro entorno hemos superado las barreras y desbloqueado las oportunidades para lograr la justicia social? ¿Qué podemos hacer como trabajadoras sociales ante estas injusticias?

Creo que estas preguntas nos las hacemos todas con mucha frecuencia, ante situaciones similares a la expuesta u otras situaciones de vulnerabilidad o desventaja social.

En este día os propongo que ahondemos en esas tareas que ya conocemos y debemos desempeñar, y que tan claramente quedan expuestas en nuestro Código Deontológico, pero no por ello deja de ser necesario que las recordemos:

- Acompañar y apoyar a las personas que demandan nuestra ayuda, especialmente a aquellas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad o en alguna situación específica de
desventaja social.

- Informar sobre las disposiciones legislativas y administrativas y sobre los derechos, deberes, ventajas, desventajas, recursos y programas pertinentes.

- Motivar la participación e implicación de las personas atendidas en la solución de sus problemas.

- Identificar y desarrollar las potencialidades fortalezas de personas, grupos y comunidades para promover su empoderamiento que permita, en la medida de lo posible, la prevención de nuevas situaciones de vulnerabilidad o desventaja social.

- En las situaciones de conflicto de intereses entre partes, usar la mediación como estrategia de ‘Ganar-Ganar’ para las partes.

- Denunciar ante la sociedad, políticos y administraciones competentes toda situación de vulnerabilidad o desventaja social para que se tomen las medidas oportunas para su atención y
prevención.

Y no perdamos de vista que la pérdida de empleo o la permanencia en un empleo en precario es uno de los principales ingredientes del círculo de la pobreza y la exclusión social, y que la promoción de empleo digno es una tarea en la que ha habido poca participación e implicación de nuestra profesión en nuestro entorno.

Javier Ferrer Riquelme es colegiado en el COTS Castelló y profesor jubilado de la Universitat de València. En los últimos años ha impartido clases sobre Proyectos Sociales y Comunicación Social e investigado sobre Inmigración y Desarrollo Local. Actualmente es Patrono y Secretario de la Fundació Comunitaria La Nou, que lucha contra el cambio climático desde el Triple Impacto: social, medioambiental y económico. A través de esta Fundación se está desarrollando un proyecto de emprendimiento para fomentar el empleo de calidad en poblaciones en situación de despoblamiento de la Comunitat Valenciana.