La crisis ha triplicado el paro y ampliado la brecha de la pobreza

Murcia es una de las comunidades autónomas que más ha sufrido el impacto de la crisis, según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). La mayor dependencia del ladrillo que tenía la economía murciana ha agudizado el desplome del empleo entre 2007 y 2011 y ha provocado un retroceso acumulado del PIB del 7%, tal y como recoge el último número de la revista Papeles de economía española, presentado ayer.

Los autores del informe, Carmen Herrero, Ángel Soler y Antonio Villar, utilizan el índice de desarrollo humano de Naciones Unidas, «que contempla indicadores de salud, educación y bienestar material» para analizar los efectos de la recesión en las comunidades autónomas. Y de acuerdo con este indicador, que ya se situaba en la Región por debajo de la media nacional al inicio de la crisis, «Murcia es una de las comunidades que ha sufrido el mayor deterioro, motivado por una fuerte caída de la renta y el gasto de las familias y por un importante crecimiento de la desigualdad».

Solo Baleares y Canarias registran una caída superior a la de Murcia, mientras que Cantabria, La Mancha y La Rioja encabezan el crecimiento del llamado ‘indice de desarrollo humano», según explicó el coordinador del estudio, Eduardo Bandrés.

El informe de Funcas destaca que «Murcia también ha experimentado en ese periodo de crisis un gran deterioro en el índice de pobreza económica, hasta situarse entre las regiones con peores registros, tanto por la ampliación de la brecha de pobreza como por la intensidad con que se manifiesta el desempleo de larga duración».

Funcas destaca que «las consecuencias de la crisis se dejaron notar con más crudeza en el mercado de trabajo, situando a Murcia entre las regiones con más destrucción de empleo y mayor tasa de paro». También es la comunidad que tiene la población activa con niveles educativos más bajos del país.

Entre 2007 y 2011 el desempleo ha pasado en la Región de una tasa del 10% al 29%.

En una situación parecida a la de Murcia se encuentra la Comunidad Valenciana, que acumula una caída de su PIB del 9% desde el inicio de la crisis y también ha visto aumentar la tasa de paro del 10 al 29%.

El informe de Funcas recuerda que «Murcia suele sufrir oscilaciones cíclicas más acusadas que las demás regiones, presenta una baja sincronización y tiene una baja coherencia con el ciclo nacional incluso en el largo plazo. Todo ello vendría a mostrar tendencias de fondo diferentes de la media española que requerirían políticas específicas que afronten sus debilidades estructurales, como la baja renta per cápita, el menor nivel de industrialización o la limitada dotación de capital humano».

Las consecuencias de la crisis se dejaron notar con gran crudeza en su mercado de trabajo, que sitúa a Murcia entre «las regiones con más destrucción de empleo y mayor tasa de paro. La población activa murciana, y especialmente la que está en paro, tiene uno de los niveles educativos más bajos del país, lo que ejerce un efecto negativo sobre el acceso al empleo y las remuneraciones salariales. Sin embargo, una mejora de la educación en Murcia reduce la probabilidad de desempleo en menor medida que en otras regiones con niveles educativos también bajos, aunque tiene un efecto más positivo sobre las remuneraciones salariales. En cambio, las políticas de estímulo a los emprendedores encuentran en Murcia, por su elevada tasa de paro, un mayor impacto sobre la reducción del desempleo, siempre y cuando se orienten hacia los nuevos empleadores con preferencia sobre otras alternativas como la conversión de asalariados en autónomos», señala Funcas.

El diputado del PSOE por Murcia
Pedro Saura, que es portavoz del PSOE en la comisión de Economía del Congreso, consideró que los datos de Funcas resultan especialmente graves y demuestran que «la Región está hecha un solar».